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Refrigerios que ayudan a sonreír

¡Mantener esa sonrisa requiere esfuerzo, pero no hay ninguna regla que diga que no se puede divertir o que no puede tener un gran sabor!

Asegúrese de que los dientes de sus niños reciban el cuidado más allá de un buen cepillado. ¡Mucho tiene que ver también con lo que comen! La clave es la variedad. No hay necesidad de usar pocos grupos de alimentos cuando hay tantas opciones saludables. Estas son algunas sugerencias para ayudar a lograr una sonrisa saludable para su niño:

Saludable y delicioso Hay muchos refrigerios que son saludables y tienen buen sabor. Frutas frescas en rebanadas, como manzanas y sandías, son siempre una buena opción. El azúcar que tienen es natural. Lo mismo ocurre con las verduras y salsa y almendras sin sal. Si tiene una licuadora a mano, batidos de frutas hechos con leche desnatada son una excelente manera de obtener los nutrientes incluso durante las mañanas tan ocupadas. Estas son algunas ideas.

Un caramelo o dos A pesar de que los dulces, como caramelos, gaseosas y galletas tienen mucha azúcar, eso no significa que no deben ser usados. Lo que se necesita es moderación. Las dietas con demasiada azúcar aumentan la bacteria en la boca de su niño, afectando el esmalte de los dientes y creando caries. Un caramelo no es problema de vez en cuando, simplemente asegúrese de que cepillen los dientes bien para proteger la sonrisa.

Dar brillo a esa sonrisa Ningún refrigerio está completo sin una bebida que lo acompañe. La leche tiene calcio que puede ayudar a mantener fuertes los dientes y las encías de su niño y protegerlas contra gérmenes y bacteria. Otra opción saludable es té verde frío sin azúcar. Hay agua para tener la seguridad de que su niño no esté deshidratado así como fluoruros naturales, que ayudarán a proteger a los dientes contra las caries o el deterioro. Lo mejor es limitar la cantidad de jugo. La mayoría tiene más azúcar que cualquier valor nutricional.

Un buen momento para el refrigerio Comer mucho durante el día no es lo mejor para la sonrisa de su niño. Cuanto más comen, más bacteria se acumulará en los dientes. El mejor momento para un refrigerio es pocas horas después de una comida con 1 a 2 horas antes de la siguiente. Esto impedirá que niño coma excesivamente durante el almuerzo o la cena. Si uno planea y espacia los refrigerios entre las comidas, no solamente tendrán una sonrisa sana y brillante, sino que el resto de su cuerpo se lo agradecerá.

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